miércoles, 27 de agosto de 2014

Textiles mexicanos en el limbo.

     En el limbo entre la categoría de artesanía y la de arte; en el limbo entre ser una pieza de ornato o una necesidad; en el limbo entre perdurar y desaparecer. Ahí se encuentran los textiles producidos por artesanos mexicanos.

Tejedora trabajando en telar de cintura.


     Esta semana, una profesora nos pidió redactar algunas palabras que testifiquen nuestra experiencia con los textiles tradicionales. Pues bien, la primer imagen que acude a mi mente es el de las señoras que veía en la Parroquia, entre ellas mi propia abuela, cubriendo sus cabezas con preciosos rebozos al entrar en el recinto sagrado. También están aquellas que, siguiendo antiguas usanzas ("usanzas", qué bonita palabra), todavía cargan a sus pequeños en sus espaldas, envolviéndolos con estas piezas que, quizás sorprendentemente para muchos, posee una historia mucho más interesante de lo que pudiera parecer. Sin embargo, por la extensión de la misma, no me detendré mucho en hablar de ella y en su lugar dejaré Un enlace para las personas que se interesen y deseen consultarla.

Rebozo deshilado.


     Otros coloridos artículos representativos de México y que utilizan técnicas textiles son los sarapes o jorongos, con los cuales tuve mi primer encuentro durante el Día de los Inditos. Lo mismo con las blusas bordadas y las faldas de cambaya, tela de colores llamativos y elaborada de forma artesanal que frecuentemente es usada también en fondas y restaurantes de comida mexicana a modo de mantelería.

Sarape o jorongo.


     Ahora, desde mi punto de vista y lo que he observado, son varias las amenazas que enfrentan, no sólo los textiles, sino la artesanía mexicana en general. Una de ellas y la más evidente es la industrialización. Que no es una amenaza en sí, puesto que progreso y tradición no son necesariamente incompatibles. Pero si se suma al hecho de que la mayoría de los artesanos desconocen sus derechos a la propiedad intelectual, se verá que existe una gran proliferación de "artesanías pirata", que por ser más baratas y producidas a gran escala, a pesar de no contar siempre con la misma calidad, son más atractivas para el bolsillo del consumidor, mismo que al encontrarse con una verdadera pieza artesanal, regatea, ignorante del proceso de fabricación e incluso de los significados detrás del diseño de la pieza.


Las artesanías textiles como artículo de moda.


     Pero el peligro también acecha dentro de la comunidad artesanal, que decrece cada vez más al perderse el interés de las nuevas generaciones en aprender el oficio de sus ancestros. Ya sea que no lo ven como una actividad rentable (en realidad hay muy pocos artesanos que se dedican totalmente a este oficio, para la mayoría es una segunda fuente de ingresos) o por la discriminación que se sufre por parte de otros sectores de la sociedad.

Mujer indígena con rebozo.


     Recuerdo que Victoria Novelo Openheim mencionaba alguna vez la paradoja que representa el artesano. Se le admira por su habilidad y todos los mexicanos nos enorgullecemos de la riqueza artesanal que hay en nuestro país, pero al ver a un indígena sentado en el piso en la calle, con sus rebozos, sus vasijas, sus muñecas mazahuas de tela, pasamos de lado, lo ignoramos, le regateamos.

Hupil oaxaqueño.


     Espero que estas palabras lleven a reflexionar a los lectores y esperemos que la situación de los artesanos mexicanos cambie para bien. 

martes, 26 de agosto de 2014

Drama Princess.


     Sad but true. El drama siempre ha estado ahí, pero mientras más atención le prestas, más fuerza cobra.

     Imagen tomada de Lolita Memes in English (Facebook).