miércoles, 22 de octubre de 2014

Detrás del caso Ayotzinapa.




*El gobierno de Enrique Peña Nieto pretende eliminar las pocas normales rurales que quedan en el país. Y para ejecutar su plan tiene a su mejor adalid de la educación y supuesto aliado de los estudiantes del Poli: Miguel Ángel Osorio Chong.
 La historia de Osorio Chong contra las normales rurales empieza en el 2005  en El Mexe, Hidalgo cuando el actual secretario de Gobernación era gobernador. 
La Escuela Normal Rural Luis Villarreal, con 81 años de historia, fue liquidada por Osorio Chong. Para realizar su plan contó con la invaluable colaboración de la maestra Elba Esther Gordillo. El argumento de ambos fue inapelable: “Ya no se necesitan maestros rurales”. Pero la realidad es aplastante: 45 por ciento de las escuelas de educación básica son rurales y necesitan un normalista que comprenda el entorno. ¿Entonces, por qué desaparecer las normales rurales? No será porque son semilleros de lucha social. 
Terminaba así un proceso de acoso y violencia contra los normalistas. Cuando Osorio Chong era secretario de gobierno, la normal inició las movilizaciones de protesta. El 19 de febrero de 2000, la policía entró al plantel educativo violando la autonomía. Los policías comandados por el señor Chong desalojaron, torturaron y detuvieron a estudiantes y padres de familia que intentaban proteger su escuela. La ira del estado se lanzó incluso contra los normalistas que estaban en huelga de hambre frente al palacio de gobierno. La última generación de la Normal Rural de El Mexe fue de 76 normalistas en 2008. 
El plan para desmantelar normales rurales ha funcionado. De las 30 que existían, ahora solo quedan 17, la mayoría con grandes dificultades para su supervivencia. El objetivo del estado es eliminarlas a todas, ir cerrando paulatinamente el resto.* 


     La verdad es que esta situación me tiene harta. La represión está alcanzando un nivel demasiado escandaloso. Y ahora todo el mundo sabe que en México hay un nuevo régimen fascista, que "el nuevo PRI" es el mismo PRI del 86, que el Estado está podrido desde sus raíces.

     Y desde el comienzo del presente sexenio ha sido obvio el pacto del gobierno con los medios, evidentes las alianzas con los más ricos empresarios. La izquierda y la derecha se enfrentan cara a cara, tan cerca una de la otra que en momentos es difícil distinguir quién es quién. Los movimientos sociales más nobles se politizan y pierden sentido. El sistema se apropia de las ideas de la oposición y las resignifica a su conveniencia.

     Sí, repudio el hecho de la desaparición de los estudiantes, pero aplaudo el que, por fin, los ojos de México volteen a ver que la raíz del problema se encuentra en la educación. 

     Quisiera llamar la atención de nuevo al tema que sonaba por estas fechas el año pasado, la "reforma educativa". Porque el problema no es la evaluación docente, sino quiénes estarán a cargo de ella, qué se evaluará, si los exámenes no serán manipulados, si realmente desaparecerá el nepotismo.

     Y es que es sólo cuestión de ver los exámenes para las plazas, escritos con tinta roja, con preguntas  capciosas, con duración de alrededor de cinco horas sin opción a descanso alguno. Y todo para que al final lo único que valga sean las "palancas". 

     El problema no son los cambios en los planes de estudio de la educación básica, sino el hecho de que estos cambios no se hacen posteriormente a una correcta evaluación de los planes actuales, no toman en cuenta las verdaderas necesidades de la sociedad mexicana, sino que buscan el beneficio de las minorías, formando alumnos con cada vez menos capacidad de análisis, buscando seguidores en vez de líderes.

     Y cuando los maestros con verdadera vocación, los que realmente buscan hacer el cambio levantan la voz, son acallados por el sonido de las balas. Disparadas por el Estado o por el crimen organizado, no importa; en nuestros días sabemos que ambos son uno mismo.

     En fin. Son esas las reflexiones que surgen en la cabeza de quien escribe estas palabras. Espero que sirvan a otros para hacer surgir las suyas propias.
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* Martínez, Sanjuana. (2014). "El plan de Osorio Chong contra Ayotzinapa." Nota completa disponible en http://www.sinembargo.mx/opinion/20-10-2014/28293

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